"No emplees tu tiempo sólo en trabajar. Úsalo también para convencer... y generar así los acuerdos"

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gidval@gmail.com - (Valencia, España)

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viernes, 8 de enero de 2010

Love is a many splendored thing

Comentábamos estos días entre algunos amigos de la blogosfera la dificultad de generar un cambio intrínseco por parte de las personas, incluso a raíz de esta crisis, de la que algo deberíamos aprender. No obstante, es cierto que no es únicamente la reacción la que instiga el impulso.
Hace muchos años escuchaba una música versionada que me encantaba. Además de la que elegí en la entrevista de Paco Alcaide, quizá hubiese situado en segundo lugar la versión instrumental que Frank Pourcel hizo de “El amor es algo maravilloso” ("El amor es algo lleno de esplendor" sería una traducción más exacta, pero así se vendía en las carátulas). Como no la he encontrado en YouTube, voy a poner aquí la versión de Andy Williams que también es magnífica:



La prospección comercial no puede generarse con efectos pragmático-asépticos. Como decía en una de las respuestas de aquella entrevista, el mejor desarrollo en todos los quehaceres del hombre es el que viene caracterizado por el equilibrio entre la razón y la emoción. Y esa parte que corresponde al aspecto subjetivo mueve muchas más operaciones comerciales que las soportadas por las técnicas tradicionales y actuales más agresivas y calculadas. Cuando queremos y sabemos apreciar el valor de todo interlocutor nuestro en cada área –personal y profesional- podemos repentinamente encontrar otra visión que promueva y facilite nuestro acercamiento, porque nos hace más proclives a ello. Así resulta que encontramos campos de empatía y comprensión que actúan como un imán entre las partes.

Y si analizamos todo esto llegamos a la conclusión de que estamos ante uno de los preceptos más firmes y constantes en todo manual, libro o soporte cualquiera de todo dogma de todo gurú de la negociación. En realidad, ninguna novedad en el frente. Y es que tampoco hace falta mucho más que la predisposición al acercamiento.
Todas las circunstancias –incluso las que pertenecen a la adversidad- tienen su parte buena. Y todos sabemos que si hacemos un pequeño esfuerzo por verlo así, hasta puede que vivamos un poco más. Pero no digo esto con motivo de evitar caer en la senda –por provisional y breve que esta sea- de la amargura, sino porque seremos capaces de extraer de la dificultad virtud cuando en nuestras relaciones comerciales situamos el afecto (el sincero y nada artificial, que a los aficionados al arte dramático enseguida se les ve el plumero) como una de las puntas de lanza. No hace falta recordar que en nuestras negociaciones situamos a veces el interés propio como foco exclusivo de aspiración, ¿verdad? Y es que, ¿realmente un determinado margen es el único beneficio posible a adquirir en una transacción? ¿No estamos predeterminando así una relación condicionada? ¿Es ese el único motivo por el que se fidelizan los clientes?

Todos sabemos que no. Puede que nos hayamos acostumbrado a la desconfianza inicial en nuestras relaciones y contactos, aunque ser prevenidos no esté de más y hoy sea una sana costumbre. Pero si únicamente atendemos al punto de vista pragmático, la relación se resquebrajará antes o después por estar únicamente basada en el interés propio. Cuidado: tampoco estoy diciendo aquí que de buenos pasemos a tontos, porque así cualquier pelagatos nos tumba el negocio en menos que canta un gallo a la orden de “¡paz, hermano!”

Imagino que habrán adivinado que toda esta nueva parrafada corresponde a mi interpretación del pergamino nº 2 en “El vendedor más grande del mundo”, y en aquellos días los comentarios hacían alusión a la plena vigencia del contenido de aquellos escritos. También Fernando Rodríguez de Rivera hablaba en su entrevista con Alcaide que “el amor es la respuesta para casi todo en esta vida”. Fernando López Fernández tiene en su blog un tag dedicado al amor (también sintetizó en una frase aquel post de Mandino: “lo que se hace con amor siempre tiene su recompensa”) y el de Katy Sánchez es un referente en este contenido. Muchos más son los exponentes que pueden encontrarse sobre este tema vigente, según lo mencionado, pero coincidirán conmigo en que eso es evidente, ¿verdad? Porque el amor, además de ser algo maravilloso como dice el título de la canción, es atemporal en el ser humano.

12 comentarios:

  1. Hola Germán "El amor es algo espledoroso." Hermosa melodía. Me ha gustado esta frase "Todas las circunstancias –incluso las que pertenecen a la adversidad- tienen su parte buena". Y yo añado para el que quiere crecer. Porque hay quien se instala en amargura y desde esta postura es imposible ver ni aportar nada bueno. Te agradezco que me menciones en tu entrada de corazón. Aporto lo que puedo y lo que soy eso también es cierto. Yo resumiría todo lo que expones con la palabra "empatia" con todo lo que ella conlleva, de honradez, sinceridad, y cariño por aquello haces y das.
    Un abrazo y un buen finde para ti y los tuyos.

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  2. Hola Germán:

    Al igual que Katy, te agradezo la mención. Y estoy de acuerdo en lo planteado. Sobre todo en la empatía como mejor herramienta para la venta y en que el amor es lo que mueve al final todo.

    Un día deberías dejarnos una poesia o un texto grabado que acompañse al post.

    Estaría genial. Un fuerte abrazo

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  3. Hola, Katy:
    esa intención de crecer intuyo que va íntimamente relacionada con el sentido del escrito de Mandino. Por supuesto, aquí nos referimos a un crecimiento algo más profundo que el meramente económico o social. Tu referencia, desde luego, era obligada y por tu parte acabas de ofrecernos igualmente una síntesis acertada en la última frase. De modo que el agradecimiento va por partida doble.
    Un abrazo y gracias como siempre, Katy.

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  4. Hola, Fernando:
    También de obligación es la mención. Muchas veces he pensado en incluir un enlace de audio en el que grabara el contenido acompañando un discreto fondo musical. Pero finalmente he desistido por dos razones, una definitiva y la otra -confío en que- provisional. La definitiva es que dudo que mis contenidos sean de interés como para exponerlos en audio. No sé, siendo los míos me parecería algo pedante. En cambio, grabaría gustosamente cualquier cosa para cualquier amigo como vosotros (eso ya me parece distinto, ¿ves? Pero cuando me fijo en lo mio es como cuando oyes tu voz grabada y no te gusta). La que espero sea provisional es que no tengo ni idea de hacer funcionar el programa Cubase. El otro día me dijeron que posiblemente la culpa de que cuando lo intento salga mucho ruido de fondo con un sonido a caja es que la tarjeta de sonido de este portátil es una castaña y si quiero hacer alguna vez algo en casa tendré que cambiar esto. En fin, al tiempo dominaré estas cuestiones de la informática.
    Gracias por tu sugerencia, Fernando. Trataré de aprender cuanto antes, porque nunca se sabe (jejeje).
    Un abrazo.

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  5. Hola Germán:
    Estoy con Fernando con lo de la Empatía. La vida nos enseña muchas cosas, pero una de las fundamentales es ésta. Y ya no es que hablemos de ventas, hablemos de lo que hablemos (relacions personales o profesionales), la empatía es clave en ellas.
    Un abrazo.

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  6. Me gusta mucho... me gustaría alinearme todos los días con ésto que dices... de hecho creo que si no lo intentara, mi trabajo y mi vida no merecerían suficientemente la pena... pero de ahí a conseguirlo va un trecho.

    Luego vas y descubres en qué convierte mucha gente ésto de la empatía: una mera pose pero con mucha sofisticación. Y no es por malas intenciones, sino porque es imposible expresar fuera lo que no hay dentro... estamos tan extravertidos que no hemos mirado dentro ni profundizado lo suficiente.

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  7. "Considera las contrariedades como un ejercicio". Séneca.

    Y es que siempre viene bien un toque clásico.

    :D

    Feliz fin de semana!

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  8. Hola, Javier:
    como todos, este escrito de Mandino no pertenece al ámbito exclusivo de las ventas. Efectivamente, no compartir intereses (no ponerse en el pellejo del contrario) nos llevará al final a ninguna parte.
    Gracias y un abrazo, Javier.

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  9. Hola, Alberto:
    los que os dedicáis a trabajar mano a mano con las personas tenéis aun si cabe mucha más obligación de actuar en base a principios éticos. No voy a decir que vayas a "querer" a tu cliente todos los días pero creo que sí vas a alinear tus intereses. Sin esa empatía sincera, me temo que lo pasarías mal todos los días. Allá él/ella quien actúe sobre una pose estudiada y no trate de ver el lado bondadoso del proyecto y la persona para quien está trabajando.
    Gracias por el comentario, Alberto. Un abrazo.

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  10. Hola, Gabi:
    los clásicos son imperecederos. Si perduran hasta hoy es porque algo de bueno tienen (jejeje).
    Buen fin de semana a ti también.
    Un abrazo.

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  11. Hummm... pues no sé yo, si te estoy entendiendo muy bien...
    No quisiera yo llevarle la contraria San Og Mandino y sus misticimos varios, ¡Dios me libre de tamaña audacia!! Sabes además que ni siquiera soy aficionada a estos temas (soy una curiosa). Vaya por delante pues, que mi punto de vista aquí es siempre el de la "lega" en la materia, useasé de dudosa valía y menos interés aún. Pero eso sí, sincera.
    Y como todos, algunas veces soy tomadora de servicios o compradora y en ocasiones. prestadora o vendedora, lo que de alguna forma me autoriza a opinar. Y dependiendo de en que lado del mostrador nos situemos, los afectos tendrán una u otra intensidad. Me explico, se agradece el interés sincero y sobre todo la información honesta y clara de un buen profesional pero...¡qué quieres que te diga! yo, es que soy muy poco enamoradiza jeje! y según que rollitos... pues como que no!
    Pero vamos, que de todo habrá en la viña del señor y ya apunto sólo comenzar el comentario de mi torpeza para seguir el tema.
    Y añadiré, que amores Og Madinianos aparte, (sí, soy la de los palabros) conseguir ese equilibrio que mencionas entre razón y emoción sería pura alquimia amigo mío, no solo para la prospección comercial, si no ¡pató!. Eso, me gustaría mucho, muchísimo más que enamorarme. Pues eso.
    Un abrazo.

    P.D.: Me he apropiado ese interesante video sobre el futuro de la demografía... Preocupante!

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  12. Hola, Cristal00k:
    ...mmmm.... ya es la segunda vez que me hablas de desconocimiento cuando me da a mí que tu mundología en el terreno analítico te avala para muchas más cosas de las que dices, jejeje...
    Si Viajando en Nunca Jamás (yo también te sigo y me falta el comentario) te aleja por un momento del racionalismo cartesiano, es precisamente el buen rollito empírico el que creo que Mandino pretende promulgar con su segundo texto. Estoy contigo en que ni de coña podemos funcionar por la vida con carapardal (he aquí mi palabro) en plan "te quiero, compañero" -dicen que después de cinco whiskys detrás de una barra se funciona así, fijo- pero vaya, que cuando uno sale a vender termina por vérsele el plumero cuando va en plan "a ver qué le puedo sacar a este".
    De todas formas, como en estas cosas de las ventas quiero ir retirándome para ponerme a parlotear tras un micrófono y frente a una pantalla prestando la lengua de Cervantes al actor de turno o diciendo que "Ajax limpia más", puede que mi futura profesión (si llego) me convierta en un experto fingidor. Claro que en ese terreno, cuanto más mentiroso intencional, mejor.
    ¿Poco enamoradiza, dices? Sospecho que depende de qué o quién. De todas formas, prefiero quedarme en la sospecha -acertada o equivocada- porque me gusta tu anonimato que somete las primeras impresiones referidas en tu artículo.
    En cuanto al video, no sé qué credibilidad darle pero ya comprobará quien nos suceda qué corriente ocupa el espacio libre que dejamos.
    Me ha encantado tu comentario.
    Un abrazo, Cristal00k.

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