"No emplees tu tiempo sólo en trabajar. Úsalo también para convencer... y generar así los acuerdos"

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jueves, 19 de abril de 2012

¿Mi muro "vende"?

Es bien conocido que existen muchos estudios sobre el impacto en la productividad que el uso de las redes sociales tiene en un trabajador durante su tiempo laboral. Algunos de ellos han determinado incluso el índice de incremento productivo en aquellos que interactúan  durante ese periodo. Un estudio de la universidad de Melbourne y distribuido por Kapersky Lab revela que los trabajadores que utilizan las redes sociales en su puesto de trabajo son un 9% más productivos.

Bien, pero ahora yo quiero bajar al plano individual. Sabemos que los procesos de identificación en las redes sociales por parte de los trabajadores suponen tanto una amenaza como una oportunidad, pues en muchos casos los portales de redes sociales poseen mejor información de una persona que el mismísimo departamento de recursos humanos de una empresa. Visto así, ¿me he preguntado alguna vez qué dice mi muro de mí?

Considerar nuestros portales solamente en el área de la prevención quizá sea limitado. La tendencia a la precaución sobre “mi contenido” (la información que publico) ha sido manifiestamente desarrollada en la misma red y fuera de ella. Sin embargo, lo que livianamente podemos considerar un conjunto de relaciones sociales de modo simplista podría llegar a convertirse en un factor determinante a nuestro favor. Lo que extraje de los tutoriales comerciales publicados en este blog y que menciono en ese apartado de “datos personales” también es aplicable en el uso de la red social: vendemos en cualquier ámbito de nuestra vida.

Evidentemente, no es aconsejable considerar que nuestro perfil deba ser una falsa exposición de virtudes que de forma intencionada modifican nuestra personalidad real (no es que alguno pudiese caer, con ese reiterado ejercicio, en un trastorno bipolar aunque más de un caso existirá por ahí) ya que -además- siempre llega el momento de la verdad y nuestra supuesta imagen caerá a la tercera frase pronunciada. Pero sí es conveniente una visión de perspectiva sobre lo que nuestros muros terminan exponiendo de nuestro perfil. Nosotros –no lo olvidemos- hemos escogido que sea público y libremente sometido al criterio del mundo.

Y es que el mundo tiene hoy un plano virtual que incrementa su tendencia. Formamos parte de él y, queramos o no, nuestra imagen nos precede. Podemos ser observados de una forma aproximada, tal cual nos ocurre cuando salimos a la calle: vestimenta, peinado, movimientos, expresiones, maquillaje… La colonia Brummel decía en su slogan que la primera impresión es la que queda aunque esto sólo tenga una sola parte de verdad. Romanticismos aparte, sustituyamos ahora el aroma de un perfume por una pantalla de Facebook y podemos aplicar la misma sentencia, ¿no es así?

Por supuesto, todo criterio particular está sometido a la intención. Esa intención es evidente en los responsables de comunicación, social media managers, community managers o como buenamente queramos definir a quienes tienen por objeto desarrollar esa línea de marketing en la empresa donde trabaja. Ellos tienen un lado (solo uno) que vender. Pero ¿y nosotros? ¿Somos conscientes de que –sin ser “persona jurídica”- podemos llegar a agradecer la consideración que un día tuvimos de nuestros propios perfiles virtuales precisamente como arma y no exclusivamente sometidos a prevención?

Así pues, ¿mi muro “vende”? ¿Y qué “vende” de mí?

10 comentarios:

  1. Se dice por estos y otros ámbitos que si no tienes un perfil en Facebook, cuentas en Twitter y demás no existes. Tengo Face mucho antes de ser bloguera. Desde Febrero del 2008 pero solo para los amigos a los que tampoco atiendo porque casi no entro. Pero me ha servido para encontrar familia y personas queridas fuera de España. Desde que abrí una cuenta en Twitter tengo más lectores en el blog. Si tuviera un perfil público interesante no dudaría en utilizarlo en estos medios porque vende.
    Un abrazo Germán.

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  2. Buen tema.
    Tengo un amigo que hasta hace un mes no tenía ningún perfil en ninguna parte. Ahora tiene en todo lo que suene a "red social". La verdad: No sé si tiene tiempo para vivir.
    Evidentemente hay que adaptarse a todo, pero creo que todo tiene su medida.
    Un abrazo.

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  3. Mares procelosos Germán...
    Buff, esto da para todo un fin de semana en el Monaterio de las Huelgas...
    Personalmente, creo que todavía es pronto para poder afirmar que hay de bueno y malo en ese mundo virtual, quizás en diez o quince años exista perspectiva y, sobre todo, experiencia real.
    De momento, creo que esto de los muros ha generalizado la superficialidad, la infra cultura y en muchas ocasiones el mal gusto y hasta más allá.
    Pero, pensándolo mejor, mira tú por donde es también una buena opción terapeutica para "rarillos".
    ¿Te imaginas a Hitler metido en la red?
    Un abrazo

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  4. Hola, Katy: yo no soy tan avanzado (¡con decirte que todavía no logro entender bien el twitter!). Lo cierto es que no creo que vaya a conseguir yo gran cosa porque mi tiempo de candidaturas varias terminó. Si te soy sincero, soy de los que les da igual lo que se extraiga de mi perfil en FB.
    Un abrazo y muchas gracias.

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  5. Hola, Javier: la cuestión es qué intenciones tendrá este amigo para convertirse en un "multi-2.0". Sus razones tendrá, chico: hay gente que sabe sacar buen partido a su omnipresencia. Yo no.
    Un abrazo!

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  6. Hola, José Luis: abunda esa superficialidad quizá porque utilizamos el muro exponiendo esa trivialidad nuestra que a nadie interesa (confieso que a veces me he sentido así, que yo también he lanzado alguna chorrada que otra). Y en cuanto a lo de "rarillos", ya tuve oportunidad de saber de uno.
    Un abrazo.

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  7. Interesante, Germán,y coincido contigo. Ya estamos en la red como cualquier empresa y debemos gestionar nuestra reputación en la medida de lo posible. El problema es cuando te expones en una red social.Las ventajas son múltiples, los potenciales inconvenientes también.

    Un fuerte abrazo

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  8. Te deseo de corazón que el recuerdo y la ternura del pasado, el valor del presente y la esperanza del futuro.
    Que la Navidad sea un profundo momento de sentir, mirar y actuar….
    Y que más allá de estas fiestas, a lo largo del año 2013, la paz y el bienestar te acompañen junto a familiares y amigos
    Un abrazo

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  9. Como comprobarás, Fernando, hace mucho tiempo que no uso el blog como medio de expresión de ideas, consejos, sentimientos, afecciones o desafecciones con mi mundo y mis circunstancias. Peo habrás comprobado que he pasado a ser asiduo usuario de la red, sin determinar objetivos que no sean la mera interactuación con las personas a las que aprecio. Quizá sea esa la ventaja o el inconveniente de la red social: reducido es su fundamento. Sin embargo, ofrece el ventajoso aspecto de la comodidad no obligada a la publicación regular. ¿La conclusión? Al dejar mi faceta comercial sólo para determinados aspectos del audiovisual... en realidad no me importa demasiado la imagen que pueda estar dando, ya que no represento a nadie ni me veo obligado a nada.
    Un abrazo, Fernando, y muchas gracias (con acentuado retraso) por tu comentario.

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  10. Muchas gracias, Katy. Celebro con sinceridad comprobar que las relaciones en la blogosfera no terminan de apagarse del todo. Por desgracia, estas navidades ha habido que sumar otra pérdida más (la de mi padre, tras dos años de lucha con la enfermedad) lo cual no dejó demasiado tiempo para el sosiego tras el fallecimiento de nuestro hijo. Sin embargo, por fortuna lo hemos vivido con serenidad. Siempre, por nuestra condición de católicos, agradecemos en casa esa paz que ofrece el hecho de confiar en que quienes se nos han ido están ya disfrutando de esa otra Vida que nos espera. Mientras tanto, los demás esperamos poder encontrar algún día esa cercanía que anhelamos por nuestra condición humana.
    Han pasado estas fechas, pero todavía estoy a tiempo de desear que este 2013 sea un año de bienes para ti y los tuyos.
    Un abrazo fuerte y muchas gracias por no olvidar.

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